Juan de Salinas, ilustre e insigne ciudadano de Sangolquí, desde joven, mostró su vocación por la carrera militar.
En 1.777 formó parte del Ejército Realista, como cadete, y se distinguió por su valentía.
Salinas integró importantes operaciones militares, una de ellas, la expedición en Mainas, donde ascendió al grado de capitán por su destacada labor.
El 25 de diciembre de 1.808 estuvo presente en la hacienda Chillo Compañía, Selva Alegre, para constituir la Junta Suprema que se encargaría de los destinos de la Real Audiencia de Quito.
Juan de Salinas, con el grado de coronel, presidió la Falange armada de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito.
Más tarde, la revolución quiteña se debilitó y se disolvió la Junta Soberana.
El Conde Ruiz de Castilla asumió la presidencia de la Real Audiencia de Quito y ordenó el encarcelamiento de todos los implicados en la gesta libertaria.
Sin contemplación, los realistas dieron muerte a algunos de los presos entre los que se encontraba el coronel Juan de Salinas, guerrero, valeroso y digno oficial, hijo del cantón Rumiñahui.
A decir del historiador de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), Kléver Bravo, el nombre del prócer Juan de Salinas sobresale en la historia nacional, como uno de los protagonistas del Primer Grito de Independencia del 10 de agosto de 1809.